martes, 24 de agosto de 2010

Lo que deba ser, será.

¿Quién escribe el destino? ¿Somos marionetas del destino? O ¿controlamos nuestras vidas?
Cada día avanzamos en nuestra vida, inocentemente, mientras la trama se va entrelazando, mientras el destino se va configurando…
Podemos cambiarlo, pero tarde o temprano, el destino viene a buscarnos.
El destino es como un ejército de hormigas laboriosas. Miles de hormiguitas haciendo su parte del trabajo. Una serie de circunstancias, decisiones y casualidades van construyendo el destino. Cabos sueltos, detalles ínfimos, imprevistos.
El destino es una gran chef que mezcla los ingredientes preparando el plato que tiene para nosotros. Es una maquinaria precisa y minuciosa que va reuniendo todas las piezas. Dormimos, amamos, trabajamos o cantamos ajenos a los que el destino escribió para nosotros.
¿Quien escribe el destino? ¿Nosotros? ¿Alguien? ¿Un dios? ¿Varios? ¿Nadie? ¿Todo es azaroso?. Nos sentimos artífices, alquimistas. Nos creemos dioses poderosos e invencibles, y solo somos marionetas del destino.
En el lugar menos pensado, de una manera imposible de imaginar, todo se va armando. Avanzamos inconscientemente mientras la trama se va entrelazando de forma misteriosa. Aunque corramos en la dirección contraria no se puede escapar, porque no somos nosotros lo que vamos hacia el destino, sino este el que viene a buscarnos tarde o temprano…
El destino es como un señor muy viejo y sabio, es un profesional de todas las profesiones. El destino a veces es realista, urde y entrelaza la trama con pericia. Como buen guionista pone personajes en el momento y en el lugar indicado que permite que la acción avance hacia donde él quiere que avance. Así escribe el destino, dando giros a la historia permanentemente.
El destino es un gran ingeniero. Hace grandes construcciones, joyas de ingeniería. Con paciencia milenaria construye castillos inmensos. Cuida cada detalle, encaja las piezas con precisión, pero, el destino construye sus castillos con cartas de mesa. Una mala movida, una sola carta que se saque y el castillo colapsa.
El destino es estratega. Mueve las fichas, despliega sus tropas en el campo de batalla y sabe cómo dar su golpe certero…
El destino es como un superhéroe con poderes ilimitados, puede todo. Puede con todo. Pero como todo superhéroe tiene una debilidad, y la debilidad del destino, son las acciones humanas. Eso, es lo único que puede cambiarlo como una simple piedrita verde puede debilitar a Superman, lo único que puede cambiar el destino, son las acciones humanas…
Las acciones y decisiones acertadas podrán cambiar el destino, o ir finalmente a su encuentro, pero en definitiva, lo que deba ser, será.

viernes, 20 de agosto de 2010

Love & hate

¿Qué es el amor ?. Un milagro, una bendición, química, piel, encuentro, algo mágico, son las definiciones que más suenan.
Podes no tener dinero, trabajo, casa. Podes no tener nada y ser feliz. Pero nadie puede ser feliz sin amor. Entonces ¿Qué es el amor?.

¿Hay formas de amar o se ama como se puede? No existe una forma de amar, existe TU forma de amar. Tenes que conocerla y aceptarla. ¿Amamos de la misma forma en que fuimos amados? ¿El amor es eso que tuvimos o no desde chicos?

Esperamos que el amor tenga algo para darnos, ¿Pero el amor no se trata de tener algo para dar? ¿Qué puede dar alguien que está vacío?

No existe el amor sin el odio. Si odiamos es porque amamos. ¿Cómo puede ser que amemos y odiemos a la vez? ¿Existe el amor sin odio? ¿Existe el odio sin amor? Amar es necesitar, depender, extrañar. Amar es que te falte algo, ser débil. Amar es aceptar que estamos incompletos.

Amor y odio, esa es la dinámica del amor. El amor corre los límites, se entrelaza con el odio. En nombre del amor justificamos cualquier cosa, y aceptamos cualquier cosa.


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Ultimamente no se que pasa:
O pasan cosas que no deberían ,todo el tiempo, que me impiden que me sienta bien,
o estoy muy paranoica y es todo producto de mi cabeza.


Sinceramente no lo se.