domingo, 31 de diciembre de 2023

Lo que viene

 

Lo que viene no será fácil. 

Ya no lo está siendo. Pero será peor.

Sacrificio, dolor, falta, angustia, incertidumbre. Realidad desgarradora.

Ante esto, no puedo evitar sentirme privilegiada: 

Tengo una casa donde vivir, que es mía y nadie me puede sacar de acá. 

Tengo trabajo y, aunque quizás quiera cambiarlo, me sirve para vivir. 

Tengo una familia que me quiere y que está conmigo siempre, a pesar de las diferencias que puedan existir. 

Tengo amigos/as que son geniales, que valen oro y que fueron fundamentales para mí durante este año. 

Tengo la posibilidad de ejercitarme dos veces por semana mediante un método que descubrí este año: Pilates. Eso fue una de las mejores cosas que me pasó este año (mejor dicho, LA mejor).

No se a quién o a qué agradecerle todo esto: Si a un Dios, al universo, al destino, a mí misma... Pero hoy, agradezco.

Con todo esto, creo que no necesito nada más. 

Estoy completa. A pesar de todo.

Lo que llegue a partir de ahora, tiene que ser para sumar, no para restar. Tiene que traerme alegría, paz, tranquilidad, confianza, amor.

Habrá que seguir siendo fuerte: En mi interior, en el exterior, en lo colectivo: Luchar por mí misma y luchar con otrxs que estén en la misma que yo, y que quieran lo mismo que yo.

Va a ser necesario luchar desde el amor, desde la conciencia social, desde la pluralidad, desde el respeto.

En 2024 habrá que aferrarse a las personas/cosas que tenemos y que nos hacen bien. 

Habrá que aferrarse a todo lo que nos haga sentir vivos.

Creo que no existe mejor manera de resistir. 

Y, como siempre... "Resistir y seguir"


jueves, 30 de noviembre de 2023

Desahogo.

 

Hoy me enteré de algo muy triste. Y ese fue el puntapié, o la gota que rebalsó el vaso, para que mi nudo en la garganta se afloje y empiecen a brotar las lágrimas. Eran demasiadas, tantas que no podía frenarlas.

Traté de identificar qué significaban esas lágrimas. Y la realidad es que son muchas cosas:

Es angustia

Es ansiedad

Es cansancio

Es frustración

Es nostalgia

Es duelo

Pero, mas que nada, es sobredosis de incertidumbre.

Qué pasará a partir del 10 de diciembre, cuando asuma el nuevo presidente? Se destruirá mucho de lo que tanto costó construir?

El año que viene, voy a seguir en el mismo trabajo, o cambiaré? Adonde iré a parar? Qué es lo que realmente quiero?

Qué pasará con nosotros? Tomé la decisión correcta en el momento correcto? Estarás pensando en mí? Me extrañarás como yo te extraño? Me escribirás pronto un mensaje? La vida nos dará otra oportunidad? Y si no es así, podré volver a sentir y a conectar con alguien como me pasó con vos?

Siento que todo es demasiado y que no puedo sostener todo sobre mi espalda. 

Este fue un año muy movilizante, donde pasaron cosas que me atravesaron por completo. 

Se que parte de mi incertidumbre la comparto con la mitad (o más) de las personas del país. No soy solo yo. Eso me "alivia" un poco. 

Pero el resto depende de mí. Siento que salté al vacío sin saber qué me espera abajo. Ni cuánto tardaré en llegar.

Por un lado, siento que la historia se terminó, y sucedió porque yo lo quise así. Yo lo decidí Y tuve mis motivos. Pero no fue ni es nada fácil. 

En este momento, por ejemplo, me gustaría abrazarte. Que me acaricies el pelo, que me agarres de la mano, y que me digas que va a estar todo bien. Pero siento que esta distancia es sana, a pesar de lo que me cuesta sobrellevarla. 

Ya se irá acomodando todo. Tengo que confiar. En el paso del tiempo, en el destino, en el universo.

No tengo otra opción. 

Voy a estar bien. Me haré más fuerte.

Después de todo, de eso se trata la vida.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Despedida

Hace ya una semana que nos despedimos.

Fue el momento más triste que viví en mucho tiempo. 

Yo no quería. Pero tampoco podía seguir así. No me dejaste opción.

Ese lunes me sentí como si estuviera dentro de una escena de una película romántica triste. No nos podíamos soltar. Y a los dos se nos escaparon lágrimas. 

Hoy, una semana después, me encuentro llorando de nuevo. Y eso que no es fácil hacer llorar a una acuariana... 

Pero vos me atravesaste por completo. No esperaba que me sucediera algo así. Simplemente sucedió. La vida así lo quiso.

Yo me permití vivir esta experiencia. Me permití sentir. 

No puedo decir que salió mal. Pero no salió como esperaba. Me hubiera gustado que las cosas sean diferentes.

Qué difícil es distanciarse de quien querés estar cerca! Pero ya no me banco compartirte. No me banco estar en un lugar en el que no quiero estar. No me banco no ser yo tu prioridad. No me banco no sentirme libre. No me banco estar tan condicionada.

Justamente, porque te quiero es que tomé esta decisión. Porque no puedo pedirte nada que no te salga espontáneamente. Porque la mayor parte de tu energía está en otra persona. Porque no estás disponible para mí como yo quisiera.

Vos me dijiste "Siento que esto no termina acá, en otro momento sí vamos a coincidir".

Eso se ve muy lejano. Ojalá me equivoque. Tendría que manifestarlo.

Yo sé que hice y dije todo lo que podía. Vos también.

Solo sucede que... Te extraño. Y se que vos me extrañás también.

Estoy agradecida por haberte conocido y por los lindos momentos que vivimos. 

Conectamos como hacía rato no nos pasaba, ni a vos ni a mí. Y duele perder eso.

Pero, en este momento, es lo más sano para los dos. 

Deseo que esta distancia te sirva para identificar tus fantasmas, tus miedos, tus deseos, tus necesidades, tus sentimientos. Y una vez que los identifiques, que puedas actuar en consecuencia, siguiendo lo más genuino que tenés dentro.

Espero que la vida nos vuelva a cruzar, mas pronto que tarde. 

Que sea todo de otra manera, con otra madurez. 

Y que tengamos la oportunidad de (re)construir nuestro vínculo, partiendo desde otra base.

Así podremos ser felices.

Mientras tanto, deseo que ambos estemos en paz. Que seamos fuertes ante lo que venga. Que nos prioricemos. Que podamos vivir nuestras vidas con tranquilidad. 

Y que esto no sea un adiós para siempre, sino un hasta luego.

viernes, 10 de noviembre de 2023

No me olvides.

 

Ya está.

Ahora sí.

No tengo nada más que hacer. No tengo nada más que decir.

Ya di todo y me quedé casi vacía.

Ya arriesgué y no obtuve nada a cambio.

Ya me la jugué y salí perdiendo.


Después del puñal que me clavaste, después de todo lo que no pudimos hacer, después de entender lo que me resulta inentendible, después de cada vez que me quedé esperando una respuesta... Hoy digo basta. Hasta acá.

No sé bien qué pensás vos, ni qué sentís, porque siento que, quizás, nunca fuiste del todo sincero. Ojalá me equivoque.

Pero yo ya no puedo seguir bailando al compás de un ritmo que no es el mío.

Así no me siento libre (qué ironía). Siento que estoy condicionada para absolutamente todo, siguiendo el ritmo de tus tiempos, tus ganas, tus días y horarios, tus planes. 

Dónde queda lo que yo quiero? Lo que yo necesito?

En un momento, no muy lejano en el tiempo, me dijiste que intentemos algo diferente y eso fue lo que me impulsó a quedarme. Pero, finalmente, nada cambió. No quisiste, no pudiste... Ya da igual. No sucedió.

Ahora yo tengo que ser fiel conmigo misma y con mis deseos. Aunque al principio cueste. Aunque seguramente te vaya a extrañar. Pero es lo más sano para mí.

No sé qué te pasará a vos. Eso suele ser un misterio para mí.

Tampoco se si la vida nos volverá a juntar en algún momento. 

A veces pienso que nos conocimos en el momento equivocado, pero a la vez siento que nos cruzamos en el momento que teníamos que hacerlo.

El tiempo dirá. Pero la vida es hoy. Y trato de elegir vivirla rodeada de cosas, personas y situaciones que me sumen. Que no resten.

Necesito encontrar la paz conmigo misma, con mis decisiones y con mi vida. 

Deseo que a vos te suceda lo mismo.  

Solo te pido algo: No me olvides.

lunes, 4 de septiembre de 2023

Pausa


Lo supe desde el primer momento.

Desde ese 19 de abril a la tardecita, cuando te vi por primera vez, parado en la esquina de la plaza. 

Una corazonada.

No puedo explicarlo, pero era algo que me indicaba que esto iba a ser fuerte. Movilizante. Desafiante. Que no ibas a entrar y salir tan rápido de mi vida. Que, al menos un rato, ibas a quedarte.

Hoy se que lo que sentí ese día fue real. 



En este momento siento demasiadas cosas. Desde hace unas semanas me cayeron todas las fichas juntas sobre la realidad de las cosas. Sobre la realidad tuya y la realidad mía.

Yo quise arriesgarme. Fue decisión mía. Me hago cargo de mi parte. 

Y vos? Te haces cargo de la tuya? 

Te haces cargo de que sabías que esto podía pasar? 

Y ahora, qué?

Sabíamos que podíamos involucrarnos, yo con vos y vos conmigo. Y eso ocurrió. 

La gran, enorme y abismal diferencia es que, para mí, en este momento, vos sos el único. 

En cambio yo, para vos, soy la segunda. Y es horrible decirlo así, pero en la práctica lo es.

Yo me imaginaba que no me iba a sentir cómoda en la no monogamia, en un vinculo abierto. No ahora, No así. Pero quise intentar. 

No me arrepiento. 

Pero en el momento en el que empecé a fantasear con que seamos solo vos y yo en un vínculo monogámico, ser tu prioridad, que estés para mí siempre que te necesite... Ahí supe que vos no estabas listo para que todo eso sucediera. 

Ahora se que, aunque no estés del todo cómodo y tranquilo en tu otro vínculo, aunque vivas con dudas e inseguro, elegís quedarte. Esa es tu elección de hoy.

Todo lo que sentís por mí no alcanza para que te la juegues. Por un momento, pensé que sí.


"Ojalá nos hubiéramos conocido antes"

"No quiero prometerte nada que no sé si voy a poder cumplir"

"Me gustaría darte certezas, pero no puedo"

Esas frases y todas las cosas que me dijiste resuenan fuerte en mi cabeza. Pero con eso no hago nada.


No me queda otra que soltarte. No puedo aferrarme a vos, porque sería lastimarme a mí misma. No quiero alejarme, pero tengo que hacerlo.

No sé si esto será un adiós para siempre o un hasta luego. Eso, en parte, dependerá de vos.

Quizás en otro momento tengamos otra oportunidad. "Nadie sabe lo que puede pasar en el futuro", me dijiste mil veces. Y no.

Quizás más adelante podamos disfrutarnos de otra manera, vivir más momentos, compartir más tiempo. Ser solo nosotros.

Ojalá.

Pero por ahora no.


No quisiera distanciarme de tus ojos árabes, ni de tu boca, ni de tus manos llenas de anillos, ni de tus rulos, ni de tu barba, ni de tu espalda, ni de tus brazos.

No quisiera dejar de besarte, de abrazarte, de tocarte, de mirarte, de sentir tu respiración, de escuchar tu corazón latir fuerte junto al mío.

No quisiera que dejemos de escuchar música juntos abrazados en la cama, que dejemos de tener sexo, ese que nos hace temblar, o que dejemos de compartir comidas ricas y chocolates.

No quisiera dejar nada de todo eso. Es una decisión difícil de tomar. 

Pero es lo mejor para mí. 

Yo quiero a mi lado a alguien que me quiera con compromiso, no a medias.

Y eso, ahora, vos no me lo podés dar.

Por eso, me veo obligada a poner esta pausa.

Gracias por venir.

Ya veremos si esta historia, en algún momento, puede continuar.





jueves, 22 de junio de 2023

Huellas del eclipse

 

Mi cabeza es una ensalada.

Sé lo que quiero. Sé lo que merezco. Sé lo que necesito.

Lo sé?

Mi cuerpo va unos pasos adelante. Tengo que correr para alcanzarlo.

Por qué correr? Por qué no ir paso a paso, con calma?


Ya estamos en invierno, pero el verano dejó huellas en mí.

El otoño las hizo imborrables.


Te conocí en abril, en la noche del eclipse. Dicen que, cuando eso sucede, son el karma y el destino haciendo de las suyas. 

Qué viniste a enseñarme? Qué vine a enseñarte yo?



Ojos árabes. Barba.

Anillos. Ropa negra. Borcegos.

Una plaza. Un bar semi vacío.

Tarde otoñal de miércoles.

Conexión. Besos.

Perrito cariñoso. Runners.

Comida rica.

Tauro. Capricornio. Leo.

Aparecer/desaparecer.

Música. Linkin Park. Deftones. Playlist

Fuego. Mucho fuego.

Historias paralelas.

Disfrute.

Ausencia.

Reencuentro.

Confesión. Sorpresa. 

Desilusión. Confusión.

Ojos tristes.

Abrazo en el colectivo.

Aceptación.

Negociación? Intento de acuerdos.

Conversación. Sinceridad. 

Vínculos. Toxicidad. Incomodidad tuya.

Escucha.

Descanso. Paz. 

Más conexión.

Feriado. Foto. Corazón.

Incomodidad mía.

Golpe. Nueva confusión.

Quiebre?

Falta de comunicación.


Adónde estamos ahora?

Adónde estoy yo?

Adónde estás vos?

Creo saber las respuestas.


No tendrías que haber esperado tanto para decirme la verdad.

Y yo no tendría que haberme quedado.

Ahora qué hacemos? Ahora qué hago?

Te cruzaste en mi camino y no pude esquivarte. No quise.

Ahora, una parte de mí, necesita soltarte. La otra no puede.


Si las cosas no cambian, no puedo sostenerte. Me estaría fallando a mí misma.

Yo merezco que me valoren

Yo merezco ser prioridad

Yo merezco ser amada

Yo merezco respeto

Yo merezco atención

Al parecer, en este momento, vos no podés darme nada de eso.


Como el verano, qué huella dejarás en mí?

Como el otoño, qué huella dejaré en vos?


lunes, 15 de mayo de 2023

Ayer no es hoy.

"Nadie puede bañarse dos veces en el mismo rio" - Heráclito.


Esta frase la tengo grabada en mi cabeza desde hace años, cuando un profesor de filosofía de la secundaria la trajo a una clase. Paradójicamente, es algo que me cuesta aplicar en mi vida cotidiana, aunque siempre vuelvo a esas palabras.

Nadie se baña dos veces en el mismo río porque todo cambia constantemente y el río nunca es el mismo.

No somos las mismas personas que éramos hace una hora atrás, ni somos las mismas que seremos en 3 días. Por ende, nada nunca se repite tal cual.

A veces siento que vivo en un constante déjà vu, en una especie de espiral donde todo vuelve a suceder. 

Pero no.

No va a ocurrir otra vez lo mismo. Es imposible.

No soy la misma que hace unos meses atrás. 

Mi cuerpo tampoco es el mismo.

Las personas son diferentes.

Las situaciones, los lugares, los tiempos también.

Las historias son otras. 

Mi cabeza es otra.


Es eso: Todo está en mi cabeza.

Puedo darme cuenta. Tengo que actuar en consecuencia.


Todo está bien.

Estoy sana.

Soy valorada, respetada, amada.

En mi vida hay abundancia.

Estoy en paz.



Remontar el barrilete 

en esta tempestad

solo hará entender

que ayer no es hoy

que hoy es hoy

y que no soy actor de lo que fui.


domingo, 26 de febrero de 2023

En proceso.


Me estoy desangrando. Me estoy transformando.

Nunca antes tan literal.

Estoy viviendo algo que me atraviesa completamente.

Dicen que el cuerpo aguanta, aguanta y aguanta, hasta que explota y termina somatizando (hola Freud). Tal vez sea eso lo que me esté pasando. Pero aún sigo en la búsqueda de respuestas. Creo que eso nunca se termina.

Mientras tanto, sigo viviendo. Trato de mirarme, escucharme, cuidarme, respetarme, sostenerme, maternarme, esperarme, levantarme.

Estoy en proceso de adaptación. En período de vinculación conmigo misma.

Esto no es casual. Nada lo es. 

No me voy a apurar. Estos procesos necesitan sus tiempos, lo sé bien.

El comienzo fue terrible. Doloroso. Me costó varias lágrimas como hace tiempo no sucedía.

Ahora comienzo a ver todo (un poco) más claro. Sigue doliendo, me sigo desangrando, pero un poco menos. 

Después de todo, cuando tocás fondo, solo te queda llegar hasta la superficie de nuevo. Respirar y seguir nadando, hasta llegar a tierra firme.



domingo, 3 de febrero de 2019

27.


03/02
Hoy es mi cumpleaños.

Este nuevo año de vida me agarra distinta... Hace poco menos de un mes me mudé, después de 20 años de vivir en la misma casa. Me fui a vivir sola, a un departamento de un ambiente, con cocina grande y un lindo patio. Gracias a mi familia pude lograrlo.
El año que pasó fue muy difícil. Fue un año de muchos cambios, muchas dificultades y muchas pérdidas. Tuvo algunas cosas lindas también pero, sinceramente, estoy feliz de que se haya terminado. 

Para este 2019 y para este nuevo año de vida, espero poder estar más tranquila de lo que estuve el año pasado. 
Será un año de grandes desafíos, espero poder atravesarlos de la mejor manera. 
Espero poder disfrutar del presente y no estar pensando todo el tiempo en lo que vendrá luego. 
Espero poder estar rodeada de buenas personas, y de amor en todas sus formas. 
Espero tener salud y que las personas que quiero también la tengan, porque esa es la base de todo. 
Y por último, espero que sea un año lleno de momentos agradables y de aprendizajes.

Cumplo 27 años. 
Posiblemente, si hace 10 años atrás me hubiesen preguntado: "Como te ves a los 27 años?", hubiese dicho muchas cosas, algunas que hoy ya pude alcanzar y otras que aún no. Pero la realidad es que cada uno va haciendo su camino en la vida como quiere y como puede, con los recursos que tiene, y a sus tiempos. Y hoy puedo decir que, a pesar de todo, no me arrepiento de nada.

A seguir caminando y avanzando, mirando para adelante, siempre!





lunes, 27 de agosto de 2018

Nonna.


Todavía me parece irreal. Una pesadilla. Algo que no puedo entender.


El pasado lunes 16 de julio empezó todo. Te internaron para hacerte unos estudios. Tenías la panza muy hinchada, te dolía y no te sentías bien. Yo te había visto el anterior fin de semana y estabas muy bien, aunque me habías comentado que te había dolido un poco la panza. No parecía algo relevante. Pero la sensación no se fue, y aquel lunes 16 te internaron. Al principio solo iban a hacerte algunos estudios y nada más. Pero los días pasaban y el alta médica no llegaba. 
Descubrieron que tenías el hígado complicado, y eso hacía que el sistema circulatorio (el transporte de sangre y oxigeno del cuerpo) esté perjudicado también. A lo pocos días te pasaron a terapia intensiva. Te vi llena de cables, pinchada por todos lados, sin fuerzas, sin ganas de nada. No prendías la tele que tenías en la habitación (eso fue una señal de alarma), pero lo peor de todo fue verte tan distinta. Siempre fuiste coqueta, seductora, fuerte, activa, alegre, divertida... Y aquella que estaba internada no eras vos. Era una versión muy distinta. Eras vos, tratando de aferrarte a la vida, pero muy cansada. 

Traté de ir a verte seguido, por lo menos día por medio. Esas dos semanas me sentí detenida en el tiempo. Como en una burbuja. Pensaba en vos cada segundo, no podía hacer otra cosa. En mi mente siempre estabas presente. Traté de prepararme para lo que se venía.
"Se está apagando de a poco", nos dijo un día el médico. Y así era.
Las veces que fui a visitarte muchas palabras no me decías, pero se que te hacia bien que vaya. Los últimos días no mantenías mucho tiempo los ojos abiertos. La realidad es que si el oxigeno y la sangre no circulan bien, el corazón se debilita. Lo sorprendente es lo rápido que se desencadenó todo. 
Vos estabas muy lúcida, como siempre. Sabías que estabas complicada, y aunque por momentos pensabas que ibas a salir de esto, en el fondo sabías que estaba todo muy difícil. 

El viernes 27 de julio te vi por última vez. Fuimos muchas personas a visitarte ese día, pero vos ya casi no abrías los ojos. Estabas cansada de pelearla, me di cuenta. Me puso tan triste verte así... Ese día el médico le había dicho a papá que era cuestión de horas: "No va a pasar del fin de semana", dijo. A veces los médicos se equivocan. Pero esta vez fue así, tal cual. Y yo lo sentí. 
Salí de la clínica angustiada como nunca. Caminé sola por la Avenida Acoyte con taquicardia, sintiendo que me ahogaba. Tuve que parar para calmarme. Sabia, estaba segura, que ese era el último día que te iba a ver. Y así fue.
Al día siguiente, sábado, ya no abriste los ojos. Te estaban dando Morfina, tu corazón ya no daba más. Papá te fue a ver. Me contó que te movías pero no te despertabas. Estabas totalmente dormida.
Yo había planificado ir a verte el domingo 29 a la mañana. Ibamos a encontrarnos con papá. Ese día me levanté, me vestí, y al rato me llegó el mensaje que nunca hubiese querído escuchar: Te habías ido. No se adonde, pero ya no estabas más acá. 
Me fui rápido para la clínica. Cuando llegué me dijeron: "Te estábamos esperando, por si querías despedirte..." No tenía mucha claridad mental en ese momento, pero creo que decidí lo correcto. Decidí no verte así. Ya me había impresionado mucho los últimos días. Prefería quedarme con otra imagen tuya.
Al otro día fue la "despedida" en el cementerio de Chacarita. Cuando vi el cajón me quebré. Ahí me di cuenta de que no te iba a ver nunca más. No iba a poder charlar con vos nunca más. No iba a poder visitarte nunca más. No ibas a cocinarme tus ricas pastas nunca más. No ibas a hacerme reir nunca más. 

Pasó todo muy rápido. Solo fueron dos semanas de internación.
Por un lado, pienso que fue lo mejor: Siendo como eras vos, no ibas a soportar estar postrada en la cama por mucho tiempo. De hecho, creo que te diste cuenta de esto y decidiste, de algún modo, acelerar el proceso y que no se transforme en agonía.
Por otro lado.. No tuve mucho tiempo para despedirte. No recuerdo si en los últimos días que te vi te dije "te quiero mucho". Pero creo que lo sabías.

Siempre vas a ocupar un lugar especial en mí. Parte de lo que soy es gracias a vos. Por lo presente que estuviste siempre en mi vida, por tirarte al piso a jugar conmigo cuando era chiquita, por tu carácter, por tu personalidad, por tu contagiosa alegría, por tu energía y por tu sangre Tana.
Espero que te hayas ido sabiendo eso. Y que hayas sentido todo nuestro amor.

En dos días se cumple un mes de tu partida y todavía es todo muy reciente. Y aunque no llore seguido, sigo sintiendo tristeza y creo que no se va a ir nunca. 
Se que tengo que pensar que viviste 86 años, que es un montón... Que no sufriste demasiado, que viviste a tu manera, que siempre hiciste lo que quisiste, que fuiste feliz, que te pude disfrutar por muchos años y vos también a mi.... Pero todo eso no quita que vaya a extrañarte mucho.

Espero que estés en un lugar mejor que este. Que estés tranquila, en paz, como se supone que deberías estar. Espero que nos cuides y nos guíes desde allá. Que nos ayudes a no estar tan tristes y a recordarte con una sonrisa. Espero que te me aparezcas, cada tanto, en algún sueño, y que me mandes alguna señal que me haga sentirte cerca. Y espero, también que te hayas encontrado con el abuelo Rocco, el gran amor de tu vida. Me consuela saber que quizás estén juntos en algún lindo lugar.


Gracias, Nonna.
Te quiero para siempre.