lunes, 4 de septiembre de 2023

Pausa


Lo supe desde el primer momento.

Desde ese 19 de abril a la tardecita, cuando te vi por primera vez, parado en la esquina de la plaza. 

Una corazonada.

No puedo explicarlo, pero era algo que me indicaba que esto iba a ser fuerte. Movilizante. Desafiante. Que no ibas a entrar y salir tan rápido de mi vida. Que, al menos un rato, ibas a quedarte.

Hoy se que lo que sentí ese día fue real. 



En este momento siento demasiadas cosas. Desde hace unas semanas me cayeron todas las fichas juntas sobre la realidad de las cosas. Sobre la realidad tuya y la realidad mía.

Yo quise arriesgarme. Fue decisión mía. Me hago cargo de mi parte. 

Y vos? Te haces cargo de la tuya? 

Te haces cargo de que sabías que esto podía pasar? 

Y ahora, qué?

Sabíamos que podíamos involucrarnos, yo con vos y vos conmigo. Y eso ocurrió. 

La gran, enorme y abismal diferencia es que, para mí, en este momento, vos sos el único. 

En cambio yo, para vos, soy la segunda. Y es horrible decirlo así, pero en la práctica lo es.

Yo me imaginaba que no me iba a sentir cómoda en la no monogamia, en un vinculo abierto. No ahora, No así. Pero quise intentar. 

No me arrepiento. 

Pero en el momento en el que empecé a fantasear con que seamos solo vos y yo en un vínculo monogámico, ser tu prioridad, que estés para mí siempre que te necesite... Ahí supe que vos no estabas listo para que todo eso sucediera. 

Ahora se que, aunque no estés del todo cómodo y tranquilo en tu otro vínculo, aunque vivas con dudas e inseguro, elegís quedarte. Esa es tu elección de hoy.

Todo lo que sentís por mí no alcanza para que te la juegues. Por un momento, pensé que sí.


"Ojalá nos hubiéramos conocido antes"

"No quiero prometerte nada que no sé si voy a poder cumplir"

"Me gustaría darte certezas, pero no puedo"

Esas frases y todas las cosas que me dijiste resuenan fuerte en mi cabeza. Pero con eso no hago nada.


No me queda otra que soltarte. No puedo aferrarme a vos, porque sería lastimarme a mí misma. No quiero alejarme, pero tengo que hacerlo.

No sé si esto será un adiós para siempre o un hasta luego. Eso, en parte, dependerá de vos.

Quizás en otro momento tengamos otra oportunidad. "Nadie sabe lo que puede pasar en el futuro", me dijiste mil veces. Y no.

Quizás más adelante podamos disfrutarnos de otra manera, vivir más momentos, compartir más tiempo. Ser solo nosotros.

Ojalá.

Pero por ahora no.


No quisiera distanciarme de tus ojos árabes, ni de tu boca, ni de tus manos llenas de anillos, ni de tus rulos, ni de tu barba, ni de tu espalda, ni de tus brazos.

No quisiera dejar de besarte, de abrazarte, de tocarte, de mirarte, de sentir tu respiración, de escuchar tu corazón latir fuerte junto al mío.

No quisiera que dejemos de escuchar música juntos abrazados en la cama, que dejemos de tener sexo, ese que nos hace temblar, o que dejemos de compartir comidas ricas y chocolates.

No quisiera dejar nada de todo eso. Es una decisión difícil de tomar. 

Pero es lo mejor para mí. 

Yo quiero a mi lado a alguien que me quiera con compromiso, no a medias.

Y eso, ahora, vos no me lo podés dar.

Por eso, me veo obligada a poner esta pausa.

Gracias por venir.

Ya veremos si esta historia, en algún momento, puede continuar.